Si contemplan la pampa y sus rincones verán las sequedades del silencio y si observan la pampa como fuera sentirán destrozados los lamentos. Se había acumulado mucho daño, mucha pobreza, muchas injusticias ya no podían mas y las palabras tuvieron que pedir lo que pedían. A fines de 1907 se gestaba la huelga en San Lorenzo y al mismo tiempo todos escuchaban un grito que volaba en el desierto de una u otra oficina, como ráfagas se oían las protestas del obrero de una u otra oficina, los señores el rostro indiferente o el desprecio que les puede importar la rebeldía de los desposeídos de los parias ya pronto volverán arrepentidos, el hambre los traerá cabeza agacha, qué hacer entonces que si nadie escucha, hermano con hermano preguntaban, es justo lo pedido y es tan poco, tendremos que perder las esperanzas así con el amor y el sufrimiento. Se fueron aunando voluntades, en un solo lugar comprenderían, habia que bajar al puerto grande del 15 al 21 mes de diciembre. Se hizo el largo viaje por las pendientes 26.000 bajaron o tal vez mas silencios gastados, en el salar iban bajando ansiosos iban llegando los miles de la pampa, los postergados no mendigaban nada, solo querían respuesta a lo pedido, respuesta limpia, algunos en Iquique los comprendieron y se unieron a ellos, eran los gremios y solidarizaron los carpinteros, los de la maestranza, los carreteros, los pintores y sastres, los jornaleros, lancheros y albañiles, los panaderos gasfiteros y abasto, los cargadores, gremios de apoyo justo de gente pobre. Los señores de Iquique tenían miedo era mucho pedir, ver tanto obrero, el pampino no era hombre cabal, podía ser ladrón, asesinar. Mientras tanto las casas eran cerradas, miraban solamente tras las ventanas. El comercio cerro también sus puertas, había que cuidarse de tanta bestia mejor que los juntaran en algún sitio, si andaban por las calles era un peligro.
El sitio al que los llevaban era una escuela vacía y la escuela se llamaba santa Maria dejaron a los obreros, los dejaron con sonrisa, que esperaran les dijeron, solo unos días los hombres se confiaron, no les faltaba paciencia ya que habían esperado la vida entera, 7 días esperaron pero que infierno se vuelven cuando el pan se esta jugando con la muerte. Obrero siempre es peligro precaverse, es necesario. Así el estado de sitio fue declarado, el aire trajo un anuncio se oía tambor ausente era el día 21 de diciembre, nadie diga palabra que llegara un noble militar, un general, el sabrá como hablarles con el cuidado que trata el caballero a sus lacayos. El general ya llega con mucho boato y muy bien precavido, con sus soldados las, ametralladoras están dispuestas y estratégicamente rodean la escuela desde el balcón, les habla con dignidad, esto es lo que les dice el general que no sirve de nada tanta comedia que dejen de inventar tanta miseria que no entienden deberes son ignorantes que perturban el orden que son maleantes que están contra el país que son traidores que roban a la patria que son ladrones que han violado a mujeres que son indignos que han matado ha soldados son asesinos que es mejor que se vayan sin protestar que aunque pidan y pidan nada obtendrán vayan saliendo entonces de ese lugar que si no acatan ordenes lo sentirán; desde la escuela el rucio obrero, ardiente responde sin vacilar con voz valiente, usted señor general no nos entiende seguiremos esperando, así nos cueste, ya no somos animales ya no rebaños, levantaremos la mano el puño en alto vamos a dar nuevas fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá se lo prometo y si quiere amenazar aquí estoy yo dispárele a este obrero al corazón; el general que no escucha no ha vacilado, con rabia y gesto altanero le ha disparado y el primer disparo es orden para matanza y así comienza el infierno con las descargas.
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